- La Cocina Encuentada - Camilo pela piñones

Camilo pela piñones

"Como si no tuviera otra cosa que hacer" .

"Como si no tuviera otra cosa que hacer".

Como una cantinela salian estas palabras del cobertizo de una granja piñonera de Valsaín, la más importante de toda la comarca. Las decía Camilo muy pero que muy enfurruñado, por tener que estar pelando piñones para vender en el mercado.

Estaba tan enfurruñado que no se dió cuenta de que de uno de los piñones que tenia que pelar habia empezado a salir

un humillo de color verde que pronto le llegó a la nariz.

Entonces Camilo dió un respingo y se le cortó la cantinela y sus enormes ojos negros se le abríeron aún más al ver cómo el piñón se abría solo y de él descendía un duende verde, verde, verde como la menta fresca, con una sonrisa muy traviesa.

- Vaya muchacho ! - dijo el duende - lo tuyo sí que es vocación, llevas más de diez minutos con esa canción.

El crio estaba mudo y boquiabierto.

- ¿ No me puedes contestar ? , me tocará adivinar a ver si puedo saber qué es eso tan importante que tú tendrías que hacer.

Y Camilo, que parecía incapaz de articular palabra, contestó muy bajito: Pués muchas cosas.

- Dime una, la que sea, y te ayudaré en tu tarea.

Pero a Camilo no se le ocurria nada, la verdad es que no se estaba mal del todo a la hora del calor en el cobertizo pelando piñones y pensando uno en sus cosas, además el duende se había puesto junto a él y había comenzado a contarle la historia de un tal Simbad que atravesó no sé cuantos mares...

Camilo siguió pelando piñones mientras en su cabeza se sucedían todo tipos de aventuras, cuando quiso darse cuenta apenas quedaban diez piñones por pelar.

Cuento de la Cocina Encuentada.